Mesa 1 — La obesidad como núcleo patogénico del síndrome CRHM
Simposio Formativo "El Futuro de la Obesidad y del Síndrome Cardio-Reno-Hepato-Metabólico (CRHM)"
La sesión inaugural situó a la obesidad no como un factor accesorio, sino como el motor patogénico que impulsa el continuo cardio-reno-hepato-metabólico. Con un enfoque eminentemente clínico, la mesa subrayó tres ideas:
Reconocer la obesidad como enfermedad crónica,
Medir lo que de verdad importa (adiposidad y distribución, no solo peso)
y Actuar pronto, integrando cambios terapéuticos, evaluación funcional y seguimiento objetivo.
"La obesidad es una enfermedad crónica."
De "factor de riesgo" a enfermedad crónica
La obesidad se definió con claridad como entidad patológica propia, con fisiopatología inflamatoria, alteración de adipocinas y repercusión multisistémica. Esta visión cambia la estrategia: pasar de "tratar el peso" a tratar la enfermedad y su biología.
"No tenemos solo exceso de peso: tenemos tejido adiposo disfuncional e inflamado que condiciona la evolución clínica."
Implicación clínica: fijar objetivos más allá de los kilos —reducir adiposidad patológica, preservar masa muscular y modificar el pronóstico.
Medir lo que importa: adiposidad, distribución y músculo
La mesa insistió en superar el reduccionismo del IMC. La masa grasa y su distribución explican mejor el riesgo que el peso solo, y la función muscular importa tanto como la cantidad.
"Es la masa grasa lo que define la obesidad."
"No es solo el índice de masa corporal: importa cómo se distribuye el peso en el paciente."
Inflamación y pronóstico cardiovascular
La adiposidad patológica se asocia a inflamación sistémica y peor evolución clínica, especialmente en pacientes con enfermedad cardiovascular.
"Esto se traduce en un peor pronóstico en el paciente con patología cardiovascular."
"Es una grasa que inflama mucho."
Lectura clínica: priorizar la identificación de grasa visceral y señales de inflamación de bajo grado; orientar el tratamiento a desinflamar y reducir adiposidad visceral, no solo a perder peso.
Herramientas prácticas citadas:
  • Antropometría: circunferencia de cintura y cintura-altura como marcadores subrogados de adiposidad y riesgo.
"Últimamente lo que más en boga está es la ratio cintura/altura; es más precisa que el índice de masa corporal."
  • Ecografía para estimar adiposidad visceral y grasa intramuscular.
"Podemos utilizar la ecografía para estudiar la adiposidad visceral."
  • Bioimpedancia y composición corporal para monitorizar grasa y músculo a lo largo del tiempo.

Caso comentado: paciente en seguimiento con obesidad y alto % de grasa corporal (≈45 % por bioimpedancia) y masa muscular baja. La lectura conjunta del dato cuantitativo y la clínica guió la intervención nutricional y de ejercicio, con foco en preservar músculo mientras desciende la grasa.
Medicaciones que favorecen ganancia ponderal: revisar y ajustar
Se abordó la iatrogenia del peso: determinados fármacos habituales pueden favorecer aumento de peso y empeorar la trayectoria cardiometabólica.
"A veces la obesidad puede estar generada por la medicación."
"Hay que quitar el fármaco o cambiarlo; no mantener el mismo" cuando contribuye al problema.
Implicación: incorporar la revisión farmacológica sistemática en cada visita de pacientes con obesidad/CRHM y optar por alternativas neutras o beneficiosas en peso cuando sea posible.
Qué cambia en la consulta (checklist práctico)
01
Diagnóstico
Confirmar obesidad como enfermedad; cuantificar adiposidad y distribución (cintura, cintura-altura), composición corporal y función muscular.
02
Riesgo
Priorizar grasa visceral e inflamación como dianas clínicas.
03
Tratamiento
Plan combinado de nutrición y ejercicio (conservando músculo), y revisión de medicación con impacto en peso.
04
Seguimiento
Monitorizar periódicamente cintura, %grasa, fuerza/función y ecografía cuando esté disponible.
"Podemos monitorizar la adiposidad y su cambio cuando el paciente pierde peso."
Simposio